El libro «El Crimen Perfecto», escrito por Jean Baudrillard y publicado por la editorial Anagrama, nos sumerge en una intrigante historia de asesinato. Pero no se trata de cualquier asesinato, sino del asesinato de la realidad misma.
En esta obra, Baudrillard busca reconstruir el crimen perfecto, aunque sabemos que esto es una utopía, ya que el crimen jamás puede ser perfecto. Sin embargo, en este oscuro relato de la desaparición de lo real, los móviles y los autores del crimen permanecen en el anonimato, al igual que el cadáver de la realidad que nunca ha sido encontrado.
La idea que subyace en el libro también es un enigma sin resolver. Era el arma utilizada en el crimen, pero hasta ahora no ha sido descubierta. La perfección, por su parte, siempre es criminal, como nos indica su propio nombre. En el crimen perfecto, la perfección en sí misma se convierte en el crimen, al igual que en la transparencia del mal, la transparencia misma se vuelve malévola.
Sin embargo, la perfección siempre es castigada: el castigo de la perfección es la reproducción. Si las consecuencias del crimen son perpetuas, no hay ni asesino ni víctima. La verdad es que ambos se confunden en última instancia: el asesino y la víctima son una sola persona. Esta última equivalencia, por más aterradora que sea, es esencial para comprender la unidad de la raza humana.
En última instancia, el objeto y el sujeto son uno y lo mismo. No podemos comprender la esencia del mundo si no podemos entender, con toda su ironía, esta radical equivalencia.
En «El Crimen Perfecto», Jean Baudrillard nos desafía a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y el crimen, planteando interrogantes que nos mantendrán cautivados hasta la última página. Sumérgete en esta obra maestra literaria y desentraña los misterios que yacen entre sus líneas.
