Justine o Los infortunios de la virtud es una novela escrita por el Marqués de Sade y publicada por la editorial Tusquets Editores. Aunque no se tiene certeza sobre la fecha exacta en que se completó el primer borrador de la obra, expertos como Maurice Heine y Jean-Jacques Pauvert sugieren que pudo haber sido a finales de 1788.
Existen diferencias notables entre esta versión y la que se imprimió en 1791, como la extensión del libro. Es probable que Sade haya perdido los manuscritos que fueron encontrados en su celda después de su liberación de la Bastilla en julio de 1789, cuando triunfó la Revolución. Se piensa que el autor pudo haber entregado clandestinamente el manuscrito de Justine a su esposa durante una de sus visitas, siguiendo el mismo método utilizado para preservar otros manuscritos escritos en prisión que han llegado hasta nosotros.
En mayo de 1790, Madame de Sade decide separarse legalmente de su esposo y retiene todos sus papeles. Solo a finales de ese año llegan a un acuerdo de divorcio, lo que sugiere que Sade recuperó sus manuscritos, incluyendo Justine. Por lo tanto, es lícito deducir que Sade redactó la versión definitiva de 1791 entre enero y junio de 1789 o entre la primavera de 1790 y la de 1791.
En palabras del propio Sade a su esposa Constance, el objetivo de esta novela es presentar al vicio triunfante y a la virtud como víctima de sus sacrificios. La protagonista, una desgraciada que sufre desventuras tras desventuras, es manipulada por la maldad y se entrega a los gustos más bárbaros y monstruosos. Justine es presa de seducciones hábiles e irresistibles, expuesta a descripciones audaces, situaciones extraordinarias y pensamientos espantosos. Todo esto con el fin de transmitir una de las lecciones de moral más sublimes que el hombre haya recibido jamás.
Un crítico anónimo de 1792 describe la obra como monstruosa, pero también rica y brillante en su género. Aconseja a los jóvenes no mancillados por el libertinaje que eviten este peligroso libro para el corazón y los sentimientos. Sin embargo, invita a los hombres maduros, que han superado los peligros de las pasiones, a leerlo para comprender hasta dónde puede llegar el delirio de la imaginación humana.
Es intrigante observar cómo este crítico inicialmente elogia la obra y luego recomienda quemarla. A pesar de sus palabras, no podemos ignorar las impresiones que esta novela ha dejado en aquellos que se aventuran a leerla. ¿Qué opinas tú sobre Justine o Los infortunios de la virtud? ¿Te atreverías a sumergirte en la mente del Divino Marqués?